HAGAS LO QUE HAGAS, QUE TE GUSTE
El tema del blog de hoy tratará sobre una persona en concreto y lo que esta persona puede llegar a transmitir y provocar en ti.
Comenzaré hablando un poco sobre la dureza que supone el camino del emprendedor, el cómo a pesar de saber que será duro lo acaba siendo aún más y de la importancia de tirar de ello a pesar de todo. Es bonito, sí, pero duro.
Tienes que ir mejorando en todo lo que puedas, aprender, reciclarte y seguir aprendiendo.
En este caso tocaba aprender a utilizar la cámara de fotos por lo que el curso de fotografía era indispensable. Hay que aprender a sacar buenas fotos para mejorar la calidad del contenido, simple. Por esta razón pensamos en hacer un curso de fotografía, aprender sobre la luz, los ángulos, cómo utilizar la cámara lo mejor posible y todo lo necesario para poder ir haciendo fotos que no diesen demasiada pena.
Después de haber realizado el shooting para las fotos de estudio con Arantxa teníamos claro que el curso debía ser con ella.
Desde el primer día que la conocimos pudimos sentir la energía que desprendía. Al principio te choca porque seamos honestos, lo normal no es encontrar a alguien con tal nivel de intensidad por lo que te quedas un poco descolocado (al menos en mi caso). Tras varios minutos te acostumbras y agradeces tener cerca a alguien así. La mejor parte del shooting fue ver cómo ella disfrutaba de lo que hacía, se lo pasaba bien, te transmitía a la perfección lo que quería conseguir.

Volviendo al tema del curso. En cuanto nos volvimos a ver preguntó por el negocio, “¿cómo va todo?”. Yo creo que nada más vernos las caras, antes de responder, se hizo una idea de “cómo iba todo”. “Es duro, ¿eh?”. Ella sabe muy bien lo que es emprender, lo que ello supone y el sacrificio a realizar para que todo fluya. Sabe que no hay descanso que valga cuando las cosas han de salir bien o cuando tienes que cumplir unos plazos.
Nos aconsejó calma; poco a poco. Porque muchas veces es cuestión de tiempo, otras veces de insistir, y otras, de tener paciencia. Querer correr a veces implica retroceder y no es así como se anda el camino. Después de hablar con ella la perspectiva de las cosas varía y te da una pequeña inyección de ilusión. Eso hace que quieras volver con más ganas, seguir intentándolo, no rendirte
Es cansado, por supuesto, y yo la verdad es que compaginando el trabajo con NOW y con el resto de las cosas que hay que hacer durante el día hay muchas veces que no tengo ganas de nada, pero hago ese pequeño esfuerzo por dos motivos. El primero es que al final del día me siento realizado y afortunado de haber estado haciendo algo con lo que disfruto: aprender sobre fotografía (aunque luego no tenga demasiado tiempo para practicar), y el segundo motivo es Arantxa.
Cuando entras a clase y estás desganado tan sólo te hacen falta dos minutos con ella para resucitar. Te empieza a transmitir esa energía tan característica de ella y todo lo que había estado a punto de hacer que no asistieses a clase, desaparece. No conozco mucho a Arantxa y simplemente me puedo basar en las sensaciones que he tenido, pero estoy seguro de que los que la rodean en su día a día, familia y amigos, son tremendamente afortunados por poder contar con su compañía, los envidio.
¿Lo mejor? Te contagia las ganas de aprender y de hacer cosas, es reconfortante. Habrá que seguir mejorando y aprendiendo, habrá más cursos de fotografía y por supuesto, serán con Arantxa.
No creo que ella sea consciente de todo lo que aporta a quienes la rodean, pero puede que sea parte de su encanto, la naturalidad con la que lo hace, esa sonrisa que te saca con el comentario de turno o lo dispuesta que está siempre para ayudarte a resolver cualquier duda que tengas
Porque la realidad es que no todos somos iguales y cuando te encuentras a alguien así de especial tienes que aprovechar al máximo el tiempo que estés a su lado.
